lunes, 19 de octubre de 2009

HACIENDO COSTA EN CHASCOMÚS

PROLEGÓMENOS
Recuerdo cómo y cuándo se gestó la idea. Ocaso avanzado, colectivo azul y penumbras por dentro en el retorno Lucila del Mar-Santa Teresita. Allí mi amigo Ernesto me escribió un mensaje: “Vamos este sábado a Chascomús”. Mi sí fácil titubeó un poco, pero finalmente se terminó imponiendo.

EL DÍA
El punto de encuentro era Bartolomé Mitre y Pueyrredón, en el crisol del Once. Allí el “móvil 11” estaba apostado desde las 6:45, puntillosos quince minutos antes de lo convenido. De la partida iba a ser Andrés, sobrino de Ernesto, el cual tuve el agrado de conocer en la pasada Expo-Armas. Salimos nomás.
El tiempo meteorológico había resultado una maravilla. Sol a pleno y temperatura agradable que de tanto en tanto oscilaba por alguna ráfaga. Intentamos ubicarnos en algún punto de la laguna en donde el viento no fuese un karma de frente. Así pasamos la zona del ACA y nos dispusimos enfrente del emprendimiento cerrado Parque Chascomús. Objetivo: intentar divertirnos de costa con los pejerreyes.

SACRIFICIO DE PLOMOS
La prolongación de las piedras de la orilla, la basura sumergida y otras cosas que escapan a la imaginación hicieron que haya tenido muchísimo enganche. Para colmo estaba pescando con nylon del 28 y salida, lo cual hacía del intento de tironear una verdadera lotería. De este modo, rescaté un par de bolsas y un “tetra” lleno de barro cuya marca ya la había lavado la propia laguna. Mejor, así evité ponerle un nombre con tintes de cargada a mi frustrada pesca.

MARCA REGISTRADA: “PANCHOS”
Si hay algo que destaca nuestras pocas excursiones realizadas es que el multifacético de Ernesto saca de la galera del baúl un anafe, una mesa, un par de sillas, un alero y se arma el almuerzo, es decir, “la panchada”. Andrés la matizó con una picada bestial que incluía salamines y quesos caseros. Yo, proveedor oficial de mates dulces desde el asiento trasero durante todo el camino, me dediqué a disfrutar del almuerzo. Una joya.

LA PESCA
Ni bien comenzamos los tres armamos líneas de flote. La carnada que elegimos fue la mojarra viva y nos dispusimos a arrojar los aparejos. Yo utilicé mi habitual línea de mar, con la cual tiento a los escardones desde los muelles del Partido de La Costa. 3 boyitas yo-yó de 12mm y puntero pescador. En uno de los primeros tiros y con una deriva que me había arrastrado la línea muy cerca de la costa tuve un pique feroz en la segunda boya. El cañazo fue estéril y no dio sus frutos. Mucho tuvo que haber incidido el hecho de estar pescando con monofilamento, pese a estar siliconado para la ocasión. Mala suerte. Los muchachos también acusaron un par de piques, pero tampoco pudieron sacar nada. Conforme el paso de las horas, cambié por un paternóster –el cual me produjo múltiples enganches y opté por sacar definitivamente– y otra línea de yo-yós más conspicua en color y tamaño. Nada.
Ernesto a la vanguardia, había armado un típico aparejo de fondo, encarnando con mojarra viva en los dos anzuelos. De ese tímido procedimiento llegaron las primeras capturas: 2 pejerreyes –uno de medida– y un dientudo que terminó siendo el filete vedette de la jornada. El juego verbal y las chicanas hacia su sobrino y hacia mi ya habían empezado. Pero el día en su gateo, apenas balbuceaba.
Amedrentado por los enganches, me alejé un poco del grupo en busca de un lugar que me de un respiro. Encontré un huequito en donde tirando recto no enganchaba. En una lengua de piedra seca que se adentraba en la laguna unos metritos ubiqué un cuarto de neumático quemado y muy grande, el cual fijé con piedras en su interior y me ofreció un posacaña muy poco cosmético, pero altamente funcional. Desde ese reparito obtuve pescando a fondo, encarnando con mojarra viva 2 pejerreyes, ambos de medida. Es importante atar la base de la cola de la mojarra con hilo, sin impedir el movimiento de la misma. Esto impide que el encarne se pierda en la sacudida del lanzamiento. Con respecto a los pescados, el más grande estaría en los 35 centímetros, el cual devolví con orgullo y se despidió de mi mano enérgicamente. El otro llegó muy tragado y fue a parar al balde de Ernesto. Mientras tanto Andrés con una telescópica y un Shakespeare low profile con magnético se encargaba de sacar su primer dientudo, de fondo y con lombriz. A Ernesto, el mismo que había iniciado el sendero de la pesca, la fortuna lo había abandonado. Un poquito más tarde, Andrés con su Surfish Flecha de Plata y un microfrontal Daiwa dio cuenta de un peje de 15cm, a flote y encarnando con pollo.

LA SORPRESA
Corté dos filets de dientudo gruesos y retacones, símil mojarra y encarné en la línea de fondo de mi Waterdog 4004 modificada. Hice un lance de no más de 40 metros y la dejé en mi flamante posacaña de caucho. Fui al toilette de gramíneas y al regresar la línea que había dejado recta estaba toda lateralizada. Enganche. Se había agarrado de una piedra o algo bien cerca y la línea se perdía a lo lejos. Cuando pude zafar de ese agarre, recojo un poco la línea y siento unos cabezazos espectaculares que venían del otro lado. Despacito, arrimé lo que no sabía de qué se trataba, hasta que su silueta lo vendió: un rechoncho bagre blanco, panzón y obstinado en llevarse el dientudo. Con la dirección de Ernesto Gómez, filmación a la captura y devolución, como corresponde.

EL BALANCE
La pesca estuvo negada en buena parte del día y resultó ser exigua, aunque si se pueden hallar los matices de buenas compañías, comunión con la naturaleza, almuerzo reparador y trazas de aventuras, la costa de la Laguna de Chascomús es un lugar interesante para aquel pescador poco exitista que sabe disfrutar de las pequeñas grandes cosas.

AGRADECIMIENTOS
A Andrés y Ernesto, compañeros de lujo.

Hilo del palito: 4931-6962


GAVIOTAS PESCADORAS+MADRUGADA

Las gaviotas son hábiles pescadoras de cuanto forrajero encuentren a su paso. Su aleteo excitado y vuelo en círculos es señal inequívoca de cardúmen a la vista.
El muelle de Mar del Tuyú representa hoy en día la más válida opción de pesca de costa desde los muelles del Partido de La Costa. Esto se debe a que no existen los enganches, producto de excelentes limpiezas invernales. De este modo, resulta un placer cuasi asiático lanzar, pescar y recoger con la misma línea en todo el transcurso de la jornada. Con semejante envión, me propuse pedalear las 36 cuadras que me separan del muelle para disfrutar de una madrugada de Octubre, plena de pesca.
Dentro del muelle estaba mi amigo Alberto, quien ya tenía una notable brótola en su balde. Junto a él estaba mi otro amigo Ramón, dos soldados de las madrugadas de Mar del Tuyú, regadas por reparadores termos de mate, café y té que saben hacerle burla al frío del mar. La carnada que resultó fatal para dar con este pez marrón de largos radios fue el sándwich de pechuga cruda de pollo enhebrado con una feta de anchoíta. Igualmente recomiendo llevar una batería de carnadas para mixturarlas de acuerdo al paladar de ocasión: no deben faltar el camarón, la anchoíta, el pejerrey y la lisa. Una sugerencia es, al visualizar una captura, acercarse al pescador y preguntarle con qué encarnó. Ese es un dato que debemos tener en cuenta.
El viento del sudeste impedía que la bajante pronosticada se cumpliera, habiendo buen caudal de agua. A decir verdad faltó el shampoo, porque las olas que rompían al pie de los pilotes e impactaban en ellos, ingresaban en la plataforma, empapando equipos y pescadores desprevenidos. Me sucedió algo que en 17 años de pesca de mar jamás había vivido: dentro de las bandadas de gaviotas que volaban frente al muelle, un par de ejemplares quedaron enganchados en la tanza de mi vara. La lucha de ellos por zafar del enredo y mi colaboración cañando con fuerza para que pudieran desprenderse se prolongó por unos minutos. Finalmente lograron la ansiada libertad.
Promediando la madrugada, comenzaron los flashes del horizonte; es decir, se vislumbraban grandes relámpagos. Viejo lobo de mar, Alberto, preparó todas sus cosas y se fue. A los 15 minutos se largó un diluvio que hizo aún más fría la noche. Pero fue una de esas famosas tormentas que “traga el mar”. No duró más de diez minutos. A todo esto había caído al muelle Mauricio, un pescador que despunta en Buenos Aires vicios de televisión, 35 mm y cañazos, llegado desde Florencio Varela y parando en Las Toninas. Mauricio sacó varias rayas chicas con el equipo liviano de su novia. Un equipito azul bien alcahuete que marcaba los piques deliciosamente.
Repentinamente tuve un pique en la vara encarnada con anchoíta y camarón, el cual me costó traer. Aquello que estaba prendido nadaba a favor de la corriente, obligándome a desplazar hacia la cara norte del morro. Cuando al cabo de unos minutos lo pude reducir, se trataba de una soberbia raya de cómodos 5 kilogramos.
En definitiva, la pesca en el mar está pasando por un grato momento pese a la desaparición de los cardúmenes de pescadillas de hace un mes atrás. Si usted es Pescador Deportivo, insomne o ambas cosas, no puede perderse una madrugada en el muelle de Mar del Tuyú.

Agradecimientos especialísimos:

Carlos Dorado y Paola Panadero del muelle de Mar del Tuyú; Alberto López Ramos, Ramón y Mauricio Pasternak, grandes compañeros de aventuras.


domingo, 4 de octubre de 2009

BOGAS PEREGRINAS

Tal como lo dice el título, parece ser que las pequeñas bogas de pretemporada que suelen regalarnos épicas batallas entre las piedras del Parque de Los Niños, se sumaron a la Peregrinación de Jóvenes a la Ciudad de Luján. Lo cierto es que destellaron por su ausencia. En 5 horas de pesca, tuve un solo pique, el cual perdí por querer garantizar la filmación. Una lástima, pero confirma que la boga no reconoce horarios ni mareas para clavarse un cubito del RENDIDOR salamín de la Estación de Morón. La excusa para hacer una fugaz visita al Parque era testear una nueva vara Spinit dos tramos, 3.90m, acción 9 que empecé a armar en agosto y finalmente, reventando el bolsillo, pude terminarla en la noche del pasado Viernes. Verdaderamente tuvo un comportamiento excelente en cuanto a la relativa liviandad para el lanzamiento y a la falta de rozamiento adicional con la disposición elegida de los 4 pasahilos negros “cacerolados”. En ese sentido, valió la pena el trajín del combo tren-colectivo. En otro sentido, la jornada tuvo tremenda importancia social.

1) Pescando solo, a lo lejos vino acercándose un chico, el cual resultó ser Jeremías, joven pescador de Ramos Mejía que conozco de los veranos en el muelle de Mar del Tuyú. Dijo ver el trípode de la cámara y reconocerme a lo lejos. Confesó ser escucha de “Pescadores en radio” y lector del blog –se vio todos los videos, leyó todas las notas, ¡Un capo!–. Antes de nuestro encuentro capturó un patí lanzando con su vara a fondo, encarnando con lombriz. Por otra parte, su padre buscando pejerreyes y de flote, obtuvo una flechita de 25 centímetros. Una pena no haber podido filmar las capturas dado que no se dieron cuando estuve con ellos.

2) “Pescando se conocen compañeros, que se convierten en amigos” reza un cartel dispuesto en el refugio del muelle de Mar de Ajó. Vaya si es cierto. Una pregunta de rutina es disparadora de un extenso diálogo si hay predisposición de ambas partes. Así se acercó un desconocido llamado Armando, a preguntarme si había pesca. No hay demasiadas posibilidades: la respuesta puede ser al pie y cerrada o también concreta, pero abierta. Elijo opción b, a menos que por olfato, el emisor amerite una respuesta seca. Graciosamente Armando le había dicho a su esposa que en un ratito volvía al departamento. Finalmente nos quedamos más de tres horas charlando. Luego, amablemente me alcanzó al cruce de Gral. Paz y Libertador para poder tomarme el 28. Realmente un notable compañero al cual le descubrí en poquísimo tiempo tres puntos en común con mi persona: River Plate, sociabilidad y amor por la Pesca Deportiva.

A continuación, video de la jornada y la sugerencia de buscar en noticieros notas de la peregrinación para encontrar en algún punto de la ex-Ruta 7, algún cardumen aislado de boguitas de fe.

martes, 22 de septiembre de 2009

BRÓTOLAS SANCLEMENTINAS

Recientemente había dejado atrás 8 días de residencia Teresitense y los mensajes de texto que recibía por parte de mi amigo Alberto me hacían arañar las paredes del Gran Buenos Aires. Día tras día, las pescas realizadas coincidían con las que había experimentado: brótolas y pescadillas salían por la noche, pese al cierre lógico de los centros nocturnos del Partido de La Costa.

FILMACIÓN Y DERROTERO MEDIÁTICO
La excusa oficial de esta visita era la invitación de mi amigo Franco Guidi a su complejo “Susurros del Mar” para realizarle un video institucional del mismo. No obstante, así como supongo que Spielberg asienta sus sets de filmación cercanos a algún cursillo de agua, flotaba en el aire la certeza de que en algún momento del día, le iba a dedicar a la pesca el espacio que se merecía. Mi llegada comenzó agitada, tras 8 horas de paseo en micro. Inmediatamente tras pisar suelo Sanclementino, acompañé a Franco a Radio Oceánica, en donde el inconfundible timbre de la Sra. Mabel nos recibió cálidamente y Franco pudo expedirse al aire en la búsqueda de controles para ayudar a la fiscalización de la Fiesta Nacional de la Corvina Negra, próxima a realizarse el 12 de octubre. Finalizada su exposición, tuve una breve e intensa entrevista. Más tarde, conocí a Humberto Rohr, con el cual hicimos en vivo un enlace en dúplex para Radio Bahía. Mis dos participaciones versaron acerca del por qué de mi presencia allí y por supuesto, expliqué el sentido de Ser del Multimedios Pescadores, instando a los oyentes del Partido de La Costa a conocer nuestra propuesta radial e informática por Internet.

EL CONGRESO
Durante los días 17, 18 y 19 de Septiembre, San Clemente del Tuyú se tiñó de un verde intenso con motes “reciclables”, dado que se llevó a cabo el Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental. Mi amigo Alejandro Guidi, pescador y ambientalista de la primera hora, huyó de las garras porteñas de la calle Paraná para apostarse y ser un partícipe activo del evento. Sin demasiada difusión del mismo en Buenos Aires, el Congreso contó con la presencia de destacados expertos de México, Brasil, España y Argentina. Los números escuchados off the record señalan la presencia de dos mil inscriptos, los cuales hicieron vivir por las calles añoranzas de temporada. Gracias a ésto, hubo un poco de reactivación del aparato turístico de un balneario aquietado por la baja temporada.

UN ESCENARIO DIFÍCIL
Junto al mosquetero Alejandro Guidi, me dirigí al histórico muelle de San Clemente, el cual representa un símbolo de la pesca costera del balneario. Definitivamente los enganches son el cáncer de todas las estructuras pasantes dedicadas a la pesca del Municipio Urbano de La Costa. El recientemente nombrado espigón, tiene sus defensas muy bajas, ya que sólo tiros muy extremos en las diagonales del morro pueden llegar a evadir las molestas madejas. Aquí no terminan las peripecias, ya que al recuperar la línea se lo debe hacer en velocidad, sin frenar, con caña erguida para evitar quedarse cuando se pase por encima de ellos. Otro gran problema que presenta este muelle es la deposición de arena, con la consecuente formación de bancos. Analicemos el caso de quienes pescan con mediomundo: en horarios de bajamares pronunciadas o bien, doble bajantes, hay un banco formado a la altura del puente que impide el vicio de colar agua. Sencillamente el mediomundo se hunde en un cuarto de diámetro. Pasemos a vislumbrar el efecto en los pescadores con caña: A unos 40 metros del morro también se ha depositado un banco que, si bien se encuentra en este momento enarenando el enganche, resta profundidad efectiva en la canaleta natural. La misma claramente está en vías de somerizarse. El muelle de San Clemente presenta serias deficiencias de manejo que instan en el turista frustraciones que pueden llegar a movilizarlo a otros puntos. Frente a la boletería existe una verdadera casa de pesca disfrazada de dispensario la cual funciona como un local descentralizado de la administración del Club Social de Pesca y Náutica y Fomento. Inexplicablemente, el kiosco de pesca cierra aproximadamente a las 21 o 22 hs, dejando sin insumos ni carnadas a los pescadores. Misma suerte corre para aquellos pescadores que intentan mitigar el pique de su bagre interno: el localcito gastronómico de la entrada cierra muy temprano y con él, serias posibilidades de ventas. Cosas inentendibles, vacíos de servicios que atentan contra una segunda visita.

APUNTES PARA BIGOTES MARRONES
En las condiciones de este invierno, las brótolas están picando con carnadas que no son las que frecuentan en anzuelos de temporada. Por ello pueden imperarse bocados atípicos y maridajes impensados a fin de satisfacer el paladar de este personaje del Brasil, que ya cuenta con un español muy fluido. Hoy por hoy la carnada más efectiva para dar con ellas y a la vez tentar alguna pescadilla de red, es la pechuga cruda de pollo. Recomiendo cortar gruesos triángulos isósceles que cubran la totalidad de un anzuelo serie 92611 tamaño 2/0, obviamente cuidando que el grosor no atente contra una punta bien despejada. Esta carnada es a mi juicio hoy la de mejor relación costo-beneficio. Sus condiciones de mantenimiento en el anzuelo –aún sin hilo elástico– la hacen de un rendimiento único y además es un excelente soporte para testear la confección de distintos sándwiches, ya sea con anchoíta, camarón o pejerrey. Por suerte, como nada está escrito en la pesca –a excepción de un blog citado a pie de página– invito al pescador a crear sus propias carnadas, a no temerle a la primera sonrisa ajena. No hay nada más gratificante que nos pueda hacer sentir todopoderosos, que la reversión reído-reidor: pasar de Ridículo a Dios del muelle es otra cosa que la famosa tarjeta no puede comprar. Es importante que el encarne respete la aerodinamia del lanzamiento, es decir, proceder a encarnar desde la punta hacia la base del triángulo. En casos de mucho enganche, es recomendable el uso de brazoladas que no sobrepasen la línea del plomo. Si bien son menos efectivas, constituyen un aliado al recoger y despegar el anzuelo del lecho.

LAS CAPTURAS
Contrariamente a lo observado en meses estivales, el mar de invierno sabe premiar a aquellos pescadores que, por impericia técnica o instrumental, realizan lances que apenas si exceden los 50 metros. La buena pesca está en inmediaciones de la primer rompiente cercana al morro, es decir a unos 40 metros. No encontré diferencias significativas al sacudir un palazo al fondo, es más, de ese modo se explica mi magra y obstinada pesca, capturando una única brótola. Mi amigo Ale me pintó la cara capturando en horas de la noche una brótola monstruosa de kilo largo ¡Qué lucha! La incertidumbre de saber si maduraba el desprendimiento en cada izada era constante. De hecho algunos ejemplares se perdieron cuando ya habían sido reducidos en la línea de pilotes.

EN EL FINAL, UN DESEO
Con la temporada 2010 a la vuelta de la esquina, la pesca deportiva en los muelles se erige como una importante pata en la hélice de generación de genuinos recursos. Con estos antecedentes de invierno, confiemos revertir las magras pescas de los últimos veranos. Por los cañazos en bermuda y manga corta. Así sea.

AGRADECIMIENTOS ESPECIALÍSIMOS
A Alberto de Mar del Tuyú y Ramón de Parque Golf, compañeros de fierro en la madrugada del muelle de Mar del Tuyú; A José de La Plata, tripero de ley que dejó retratar y filmar sus capturas; A Matías de San Clemente, un caster con Daiwa Sealine SL 20 SH disfrazado de gasista; A Alejandro Guidi, más que un simple tocayo, un pseudogemelo ideológico y un apasionado por la pesca; A Franco Guidi, un gran anfitrión y ferviente entusiasta de la difusión de la Pesca Deportiva.

Condominio de dúplex “Susurros del Mar” Calle 71 nº 58 – San Clemente del Tuyú (02252) 15-41-76-15 Nextel ID 580*2410 www.susurrosdelmar.com

Hilo del palito 4931-6962

miércoles, 9 de septiembre de 2009

MUELLE DE SAN CLEMENTE

Presentamos el muelle de San Clemente... 129 metros que nos dan la bienvenida al Partido de La Costa

martes, 8 de septiembre de 2009

SANTA ROSA: "PATRONA DE VARIADA"

LA NOTA COMPLETA ESTA DISPONIBLE EN http://www.pescadoresenlared.com.ar

Aquí los contenidos multimedia!!!!

Antes! UN AGRADECIMIENTO MUY GRANDE a Alberto de Mar del Tuyú y a Ramón de Parque Golf, que no figuran en esa parte de la nota porque hasta el Lunes no los había conocido y resultaron unos EXCELENTES compañeros de pesca para amenizar los castigos de las noches de sudeste. Dos CAPOS!

lunes, 10 de agosto de 2009

LA GRAN FERIA ARMAS 2009

Cuando Elton John grita en el video SACRIFICE, no es casualidad... fue un gran sacrificio durante toda las semanas vestir al STAND paulatinamente, conseguir el aggiornamiento desde los 4 puntos cardinales y brindarle al visitante la calidad de atención que se merece. Pero el SACRIFICIO contrasta y se diluye con la SATISFACCION de hacer nuevos lazos con otros miembros del medio y con personas (hasta ese día anónimas) que muestran el mismo interés que tuvimos nosotros cuando estuvimos ajenos al proyecto y muy de a poco comenzamos a involucrarnos, sostenerlo y tratar de expandirlo (en la mas sincera humildad). No voy a nombrar a nadie en específico porque seguramente mi memoria va a fallar y va a herir susceptibilidades. Pero un profundo GRACIAS DE CORAZON! debe ser recolectado por aquellos que al infatigable De Víctor y al adláter Ferrin los acompañaron, los visitaron y les hicieron el aguante. A todos ellos, nuestro agradecimiento...

>=))))°> ALE FERRIN

La previa de la Feria en Costanera Norte

Para despedir a la gran Expo de Armas, Pesca, Cuchillería, Coleccionismo y Outdoors como corresponde a un Pescador Deportivo de pura cepa, hice una suerte de pesquita en soledad, en la Costanera Norte. Mala jornada: un porteñito que fue devuelto a su medio velozmente... A las pruebas me remito!

miércoles, 29 de julio de 2009

VIDEO DEL MUELLE DE LUCILA DEL MAR!

LA NOTA COMPLETA ESTÁ DISPONIBLE EN http://www.pescadoresenlared.com.ar/npe3.htm



Saludos!!!

domingo, 19 de julio de 2009

GARÚA DE FRUSTRACIONES

Este Sábado se presentaba con un cielo que era toda una gran plomada. Las condiciones de contínuo soplo desde el SSO y rotación al S con velocidades de 6 nudos fueron una tentación enorme para dar con los pejerreyes porteños. Así, evadiendo compromisos intelectuales, salí 7:.45 rumbo a Ciudad Universitaria. La intención obligada era no pasarse más allá del mediodía, para un almuerzo tardío en familia. A 10 minutos de iniciado el viaje comenzó a llover sobre la estación de Haedo. Por un segundo pasó por mi cabeza volver, pero las condiciones que iba tener en el río me obligaban a visitarlo. Al llegar a la Costanera Norte di un rápido vistazo a todo el paredón y había sólo 9 contados valientes que se atrevieron a dejar las frazadas. El río parecía un estanque, el viento ni se sentía y al rato de llegar, la lluvia se redujo a amenaza.
Con respecto al pique, negadísimo en los tres estratos del perfil: nada en superficie, inactivo a media agua y muerto a fondo. Los pejerreyes no estaban, o si lo hacían, lo disimulaban muy bien.. A media mañana una nutrida bandada de gaviotas recorría excitada la costa, a unos 70 metros. Se tiraban en picada y a flor de agua juntaban “cornalitos”. Faltaban juncales y tipos que caminen siguiendo derivas de puntero para sentirse en el Paraná Guazú. La línea que utilizaba no era apta para esta pesca y en ese momento sentí la falta de unas boyitas de 8mm, anzuelitos nº8 y larva de mosca.
Es notoria la merma de capturas desde la costa en casi todos los ámbitos acuáticos. Resulta increíble desde las playas más ajetreadas del Partido de La Costa y la Costanera Norte no es la excepción a esta regla. Ahora, ésto se confirma fracasando en una condición de manual, es decir, cuando los resultados no acompañan a la lógica.
Mientras el río se viste de embarcaciones, los pescadores costeros nos preguntamos… ¿Quedará algo para nosotros?

domingo, 7 de junio de 2009

"EL RIO SÍ SE MANCHA" (de negro)

Definitivamente por economía y placer personal soy un Pescador de costa. No me interesa demasiado la pesca embarcada; me atrapa el desafío de buscar distancia en un lance, el improvisar diálogos pasajeros y al triunfo ante todos los obstáculos que interpone la pesca de orilla lo encuentro mucho más placentero.

Qué mejor que reunir dos grandes pasiones en un sábado para el descanso: La Pesca Deportiva como previa y el disfrute de una tarde a puro fútbol de selección. Probablemente la Pesca Deportiva y el Fútbol sean los deportes más populares del país. Tienen cierto encuentro lingüístico: El “pique” de un jugador no representa necesariamente un engaño en sí mismo, pero sí una corrida presurosa que puede ser la de cualquier pieza despavorida que descubre un anzuelo que ya pende de su boca. También el “pescador” es aquel jugador que, en orfandad del off-side, se queda en inmediaciones del arco contrario facturando cuanta contra en pelotazo le llueve a los pies. El sábado 5 de junio logró que las dos actividades estén en los alrededores la una de la otra, sin necesidad de tropezar en esas relaciones incineradas. Para quien explora el horizonte urbano desde el Parque De Los Niños eso es claro: Emergen los esbozos de una circunferencia rojiblanca peculiarmente disfrazada con colores patrios y sed de clasificación. En el duelo caliente de infusiones, el café le hace frente al mate, mientras un te con leche, agitado por soplidos que llegan desde el sur, se vuelve frío y atónito espectador.

Vamos a concentrarnos en el te con leche; quién otro que el mismísimo ¡Río De La Plata! que está entregando una temporada a cuentagotas de pejerreyes en función de aguas muy sedimentadas que no terminan de decantar y condiciones meteorológicas que fluctúan y afectan la estabilidad de los cardúmenes.

Hechos los correspondientes prolegómenos, la cita fue en el Parque De Los Niños, en donde intentamos agregar a su currículum vitae lo de buen pesquero de flechas de plata. Bien sabida es su capacidad estival de excelentes bogas, bulliciosos cardúmenes de sábalos, grandes doradillos, buena variada de piel y pequeñas sorpresas –chafalotes y viejas del agua, por citar algunos casos–. El día elegido no resultó de un capricho quinceañero, sino que las condiciones del viento del viernes –SurSudOeste– y las del mismo sábado –Sur y Este– presagiaban presencia de pejerreyes. Ajenos los libros, sólo quedaría pendiente el esfuerzo de los pescadores para dar con ellos.

Así fue que el día Viernes recibí el grato llamado de mi amigo Franco –alias Tío Piola– y concordamos encontrarnos a las 9hs en la estación de Liniers. Puntualísimo él junto a su esposa Lelia, partimos hacia el Parque. Curiosamente la última vez que nos habíamos encontrado en una pesca también había coincidido con partido de eliminatorias de Argentina. Casualidades de la vida.

Arrancamos el día eligiendo un lugar de ensueño. Nos instalamos en un tramo de baranda sin paredón, en donde nos pusimos muy a gusto, tirando prolijamente los bártulos en el banco de madera. Así fuimos armando los equipos con una motivación digna de “masacre”. Franco se inclinó por una Abu Garcia Conolon de 3 tramos, acompañada por un Banax Zest low profile cargado con multi del 18. Yo empuñé mi Waterdog 4004 de novia con un frontal de la misma marca modelo GTX 201 cargado con nylon del 30 frotado minuciosamente con flotalínea, la noche anterior. Mientras Lelia decidía abandonarnos para descubrir y terminar de fascinarse con un lugar que no conocía, Franco internamente sabía que el calor necesario del mate se haría esperar un poco. La correntada se hacía sentir y derivaba las líneas hacia el norte. Por esto mismo Franco decidió incluír una boya mandale que le ancló correctamente el aparejo durante todo el día. Yo no lo hice, en parte por “respeto” a que el plomito de la volcadora se enganche en los abundantes escombros y en otra porque la acción de seguir la deriva y volver a lanzar me mantenía entretenido.

Las carnadas previstas podían satisfacer los caprichos gourmets de los pejerreyes: Franco había llevado mojarras saladas y yo acompañaba con un tupper cargado de pequeños filets de pejerrey capturado en el mar, conservados en sal fina. Como si fuese poco, tenía aceite de pescado para pincelar los filetitos a encarnar, consejo de mi gran amigo Víctor De Víctor.

El pique llegó rápido: Un movimiento lateral de la boyita yo-yó del medio me permitió dudar… ¡Ante la duda consulto al cañazo! Dicho y hecho, pejerrey de unos 27cm. Pose obligada de cámara y devolución obligatoria. La pésima suerte rodeó a la salida desde el comienzo, porque la filmación de la captura quedó incompleta por una falla de las pilas de la cámara. Una lástima. Pero… ¡Sigamos! ¡Los libros no fallan! Lo que falla es la comunicación entre ese saber infalible y la realidad misma, a causa de situaciones puntualísimas e irrepetibles. En primer lugar, había un simpático lobito marino que merodeaba el espacio cercano a nuestras boyas. Tiempo más tarde hizo sus apariciones debajo de la baranda. ¡Chau pesca! Para colmo de males, los biguás tampoco faltaron a la obra de “espantacardúmenes”.

Había pasado largo rato cuando la boya blanca con quilla ventral y lateral de Franco acusó un movimiento extraño. Cañazo y ¡Si! ¡Un peje! No alcancé a meter mano en el bolsillo para prender la cámara, que el pez largó el anzuelo. ¡Qué racha! Franco tuvo otro pique fallido, con cabezazos insistentes que luego se perdieron en ganas. En cambio, mi filet no volvió a ser probado.

No satisfechos por el volantazo de mala suerte, para coronar la jornada, en toda la extensión del Parque –desde la costa hacia unos 50 metros– se estacionó un manchón de agua negra de aparente ascendencia cloacal. Lentamente todos los pescadores se fueron yendo. Un hombre que pescaba a nuestro lado nos dijo mitad en gracia y mitad en serio:”En esta agua, hasta las bacterias se mueren”. Partimos temprano, imaginando pronta revancha y con la paradoja de tener que hacer unos cuantos kilómetros para poder ver lo que sucedería a unas pocas cuadras. Felizmente en la desgracia, toda la mala suerte que cargaban los aires de Núñez, estaba en el río…

Agradecimiento especialísimo: A Franco y a Lelia por el viaje, las charlas de río y la gratísima compañía.

martes, 28 de abril de 2009

PARQUE DE LOS NIÑOS MULTIMEDIA

Cuesta asimilar que a la vuelta de las grandes avenidas y al oído de las bocinas porteñas, se erige en Núñez un relicto a pura piedra que invita a dar con las sorpresas que, aún el castigado Río De La Plata, acapara para aquellos puntillosos de la tanza y el anzuelo. En el Parque De Los Niños los días domingo se saben mezclar los murmullos de gol del Monumental con chapoteos de bogas y doradillos. Así ha sido durante Marzo, en donde la habitual concurrencia se multiplicó arrastrada por el natalicio estival de esa playa improvisada bajo la tutela del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Claro está que el Pescador es quien parió las consecuencias, dado que se le consignó un reducido espacio de pesca, obligando a un sufrible tendido de filamentos que se pasaban los unos a los otros, se mimaban y se entrelazaban de la manera más descarada.

El Parque De Los Niños está abierto todos los días, de 8 a 20 hs. Quizá un punto en contra para el Pescador es que sobre el paredón mismo no existe ni una gota de sombra. Cuenta con baños químicos y sanitarios instalados. El cuidado y la seguridad es IMPECABLE. Incluso durante la fiebre estival de Febrero, personal del Gobierno de La Ciudad realizaba controles de alcoholemia a los conductores que ingresaban. Quienes lo frecuenten durante feriados y fines de semana tienen que tener en cuenta que el regreso es más que tedioso, por la fila india de autos que pugnan por salir, promediando la tarde-noche.

Cabe destacar que NINGUNA DE LAS ESPECIES QUE PUEDEN COBRARSE ES APTA PARA CONSUMO HUMANO, por lo que recomiendo una devolución cuidadosa y presurosa.

Tener relativo éxito en este lugar requiere de ciertos deberes, además del guiño de la fortuna. Pero veamos especie por especie, los pequeños secretos que se deben tener en cuenta:

BOGAS

La pesca de bogas desde el paredón es muy buena. No es necesario arrojar lejos, sino que un tiro de 20 metros, que apenas sobrepase la línea de escombros que se dejan descubrir en bajamar, es suficiente. Recomiendo maximizar la sutileza del equipo para hacer mucho más deportiva, la de por sí corrida zigzagueante de la boga entre las piedras a escasísima profundidad. Aunque parezca una contradicción la última oración, el pescador debe saber maniobrar al pez, ya que si gana algún recoveco de bordes filosos, la línea se cortará irremediablemente. No obstante, utilizo un nylon del 0.30 en el reel, el cual uno directamente a una madre del 0.50 desde donde penden 2 brazoladas también del 30, pero de calidad inferior que el del carretel. Los anzuelos son los típicos de boga/carpa número 5. El remate es un plomito de 10 gramos que permite impulsar y lastrar sin cargar de más a la línea y ofrecer un mano a mano casi directo. Volviendo al tópico de brazoladas, no es lo ideal si pensamos que la hipotética corrida de algún animal de 3 kilos –infrecuente pero probable– puede cortar el sedal. Por otra parte, pensando en lo muy frecuente y muy probable, nos topamos con los enganches. La mayor parte de ellos ocurre cuando la punta de algunos de los anzuelos –por lo general el que sobrepasa al plomo– se traba con el peligroso fondo de piedra. Cuando se entranca de esta manera, es conveniente que al tirar del nylon, se pierda un anzuelo y no todo el aparejo con el plomo.

Se pueden hacer cosas para la prevención de los enganches en las piedras:

• El uso de plomos “lapiceras”, o bien, el reemplazo de los clásicos lastres plúmbicos por eslabones de cadena de bicicleta constituyen acciones que disminuyen los enganches. No olvidemos que siempre lo que está en el lecho del río y no vemos, supera nuestra más inspirada imaginación y a veces, cualquier prevención es estéril;

• Hay que procurar que el recupero de la línea que se halla en posición de pesca comience con un cañazo seco y firme. Así se separará violentamente el aparejo desde el fondo. Luego resta recoger velozmente sin detenerse, con la caña bien en alto y vertical.

• Particularmente me gusta que la línea tenga cierta “panza”, que no esté tensa. Es importante que se vaya ubicando sola, pescando a pulso y estando atento a que no se enganche.

• Dado que el paredón es un tanto más alto que el de la Costanera Norte, se hace imperativo el uso de un mediomundo para izar las piezas a cobrar.

La carnada que más resultados me da es el salamín picado grueso, cortado en cubitos ínfimos, los cuales se enhebran de a 2 o 3 en cada anzuelo. Si son del Oeste, recomiendo el salamín que se compra a la salida de la Estación de Morón, lado Sur. Funciona de maravillas.


VARIADA DE PIEL

La vedette de las carnadas resulta la lombriz. En mis primeras salidas al Parque jamás observé a nadie que venda carnada, por lo que lo recomendable era pasarse por la Costanera Norte a buscar las provisiones del día. En mi última excursión ya vislumbré una bicicleta que vendía, a razón de 5 pesos la porción de lombrices.

Resulta abundante el “porteñito”, predominando por encima del “patí” y del “bagre amarillo”. La técnica es muy sencilla: Hay que tirar lo más lejos posible. Esto se consigue con tanzas finas –0.25, 0.40, 0.50 es un empalme que funciona muy bien– cargadas hasta el borde de los carreteles y un poquito más. Resulta práctico mirar el reel desde arriba, es decir, la visión desde la estrella. Allí se aprecia la tanza que desborda del carrete. Esa tanza es la que sale disparada con mínima fricción al primer chicotazo. Si bien estamos contradiciendo a TODOS los libros, la posibilidad de hacer galletas se reducen considerablemente si el nylon está devanado con tensión. Hacer esto, en conjunto con una técnica depurada de lanzamiento, permite alcanzar esos metros que resultaban imposibles. Utilizo anzuelos pequeños, número 4 de pejerrey, aunque es recomendable accionar en ciertas ocasiones los de pata larga, que son mucho más fáciles de extraer en caso de que el pez llegue a nuestras manos tragado –poco frecuente con estas especies, que no son tan voraces, sino de pique remiso–.

DORADILLOS

Resultan el sueño del Pescador Deportivo porteño. Desde hace un par de temporadas se viene dando este fenómeno peculiar, que es la captura bastante frecuente de estos peces desde la costa. Sin ir más lejos, en Costanera Norte, el vendedor de carnadas que se aposta en el extremo de cara a Ciudad Universitaria, obtuvo en Diciembre pasado uno de 7,5 kg. Es posible tentarlos a flote y a fondo. Los enamorados de las boyas lo hacen en superficie, colocando un boyón con nudos corredizos, seguido de un leader de acero de 30 libras. Aquí remataremos con un anzuelo pata larga forjado que adecuaremos según el tamaño del pez a capturar. Un 4/0 es suficiente. Mismo anzuelo y leader pero distinta acción para la línea de fondo, que lleva un plomo corredizo de 40 gramos.

La carnada que mejor funcionó en la temporada fue sin dudas el bagrecito amarillo entero y vivo. El soquete de la misma especie también es efectivo, pero en menor medida. Otro gran cebo para destacar es el filet de sábalo y/o las tripas de éste. También puede ser efectivo el filet de boga y/o sus vísceras.

El mejor lugar para dar con el doradillo de Parque De Los Niños lo constituye la desembocadura del arroyo que se encuentra paralelo a la entrada.

SÁBALOS

Todos los movimientos a flor de agua y los saltos que el Pescador Deportivo de Parque De Los Niños alcance a vislumbrar son ni más ni menos, el paso de los extensísimos cardúmenes de sábalos. Esta especie es un clásico barredor de fondos, pero tiene un pique muy esquivo, por no decir casi nulo, por lo que su captura mediante caña y reel resulta una verdadera lotería. No obstante es muy preciado para el encarne –ya sea filet y/o sus vísceras– de quienes buscan al dorado, que se constituye como hábil perseguidor de este cardumen forrajero.

Ajeno a la Pesca Deportiva es el método de obtención de los sábalos. Pueden ser capturados mediante el “robador” o la “pateja”. El procedimiento es lanzar un aparejo con anzuelos vacíos, que supere a la línea en donde se supone que se moviliza el cardumen y luego ir recuperándola para “enganchar” –de cualquier parte del cuerpo– a algún ejemplar.

La línea que utilizo es siempre hija de la improvisación y de las ganas de ese momento en hacerla más o menos compleja. Sin embargo no debemos “atar todo con alambre” si es que queremos dar con uno de estos colosos de forma rápida y eficaz. A tener en cuenta:

• Una madre del 40 es suficiente y casi que necesaria, ya que se trata de ejemplares que tienen un piso de kilo y medio, que pueden potenciarse en el arrime si es que se lo engancha desde el centro del cuerpo –viene oponiendo toda la resistencia de su cuerpo–;

• Disponer sobre la madre no menos de 4 anzuelos sobre nudos fijos a espacios de 15-20 cm de distancia. Un tamaño ideal sería un 1/0 de pejerrey; aunque en la pesca que hice en el video, utilicé 4 anzuelos pequeños, número 4. Otra alternativa válida son los anzuelos triples, que permiten clavar en la completa circunferencia que rodea al anzuelo;

• La técnica se basa en arrojar el aparejo por detrás del cardumen. Se procede a recoger la línea y cuando se siente tensión se efectúa un cañazo violento por sobre los hombros. Se devana nuevamente hasta la segunda tensión, en donde se pega otro cañazo feroz –si los espacios lo permiten, conviene alternar entre cañazos por sobre los hombros y cañazos de costado; esto último con la vara paralela al piso para lograr en la mixtura que los anzuelos indaguen a diferentes profundidades–. Así se procede hasta que la línea vuelve a nuestras manos. La maniobra es más cansadora de lo que parece –depende del peso del equipo, del plomo utilizado y del estado de la muñeca de cada Pescador– y no resulta tan sencilla porque el sábalo presenta un duro conjunto de escamas que impide que la punta del anzuelo penetre en su musculatura. No hay que desesperarse si el aparejo vuelve con sendas escamas clavadas en los anzuelos.

• La captura de un solo sábalo para filetear, permite hacer los encarnes de toda una jornada. No conviene abusar de este recurso, aunque uno se tiente de continuar con la técnica, la razón debe arrodillarse al servicio del cuidado de los recursos naturales. Siempre.

Aquí les dejo unos videos ilustrativos del lugar y de lo que han sido las pescas en este lugar…

domingo, 12 de abril de 2009

EL PESCADOR MEDIOCRE

La medianía en nuestra sociedad actual se encuentra ampliamente dispersa por todas partes: La televisión de aire es una clara muestra de la chatura en la que nos desenvolvemos a diario y todo sigue un sendero en donde parece que el piso es muy frágil y aún se puede caer más abajo. La mediocridad parece habernos invadido en dosis homeopáticas para ahora manifestarse a sus anchas, trascendiendo edades, géneros, profesiones y clases sociales. Cuando hablo de mediocridad, no la confundo con ignorancia, sino que la idea de la primera reviste plena conciencia de lo que se hace, conociendo sus alcances y justificándolos en cada acto. Por ejemplo, aquel aficionado que en una excursión que partirá 40 Km. mar adentro lleve sólo boyas para el pejerrey no es un pescador mediocre, sino un pescador ignorante. Pero aquel que, compartiendo el mismo barco del anterior y plenamente consciente lleva una caña larga, la manipula como si estuviese solo y no recoge su línea cuando algún otro aficionado necesita espacio para maniobrar alguna pieza dificultosa, es un pescador mediocre. Nombraremos algunos puntos que hacen a un Pescador Mediocre:

1) CIGARRILLO MEDIOCRE

Donde quiera que vaya a pescar, veo en muchísimos aficionados que el índice y el mayor libre portan un cilindro humeante. El verdadero Pescador Deportivo –no hablo del “Sacador por Deporte”– es aquel que pacta en silencio el respeto por la naturaleza y por la vida. Es toda una contradicción, un serio dilema valorar vidas ajenas y distantes –tarariras, pejerreyes, truchas, dorados, pacúes, etcétera– menospreciando la propia y las cercanas –no me quedo en los fumadores pasivos, sino en el egoísmo del fumador que decide hacer sufrir en carne a los familiares, tristes testigos de su decrepitud–.
No es posible disfrutar de una opresión ni de una dependencia tan desigual si uno resigna tantas cosas maravillosas en el camino.

2) CAMPANITA MEDIOCRE

Si uno cerrara los ojos en cualquier ámbito de pesca, logrando abstraerse por un momento, sentiría que Diciembre llegó a sus oídos y que al volver en sí Papá Noel sacaría de su bolsa ese doradazo de 20 kilos que se contorsiona en plena asfixia. Pero no amigos… las campanas sin tiempo se han vuelto un tumor en nuestra Pesca Deportiva y no distinguen factor común a situaciones y personajes que la utilizan. Es necesario considerar que no deja de ser una herramienta útil, pero usada en tiempo y forma: Si la pesca se da en una honda penumbra en donde la caña desaparece en el mismo aire de la noche, es justificable su utilización. Pero el bendito cascabelito adosado a la caña –hay gente que tira su caña con auspicio de este dulce solo– no hace más que mal-adiestrarnos a un estímulo auditivo que no distingue de piques, olas ni energúmenos que traccionan sobre nuestra tanza.

3) CRIMEN MEDIOCRE

El actual “Catch & Release” –“Pesca y Devolución”, puro snobismo en ciertos estratos vacíos– tiene su antecesor lejano en el famoso “lo que se mata, se come”. Quien esté libre de culpa y cargo, que arroje la primera plomada; todos hemos matado peces con mayor o menor conciencia en algún momento de nuestro desarrollo como pescadores. Debemos enmarcarnos en ambas frases, según corresponda en el ámbito que pesquemos y según cómo respondan en cada uno de nosotros los preceptos éticos. Por eso, hay que repudiar aquellas pescas que suelen estacionar en bolsas y baldes y que se sabe que no verán el plato de una mesa sino el olvido a drede de sus captores.
También es triste que los peces, para contentar a los más pequeños, ofrezcan su lenta agonía en un nado contenido en un recipiente ocasional. Es reconfortante la sonrisa de un nene que se convence de que devuelve la pieza para que el año que viene ésta se deje pescar más grandota y, en paralelo, ve cómo libera un “Nemo” al mismo tiempo que éste se pierde debajo del agua con fuerza, recuperado y vital.

4) AUTISMO MEDIOCRE

La Pesca Deportiva, además de ser un activo bálsamo personal, debe leerse como actividad social y, básicamente, como punto de contacto entre seres humanos. Hay muchas cosas enmarañadas; una es el cuidado de los modos para pilotear alguna situación desagradable, encarándola desde la cordialidad y el buen humor. El hecho de mostrarse solidario, ofreciendo y ofreciéndose como solución a inconvenientes ajenos y lo que debería volar permanentemente, el don de gente: Por ejemplo, ir temprano a un muelle de la Costa Atlántica y saludar a los pocos desconocidos, vecinos inmediatos del refugio en donde uno va a plantar bandera, debe ser una obligación para el recién llegado. Obligación entendida no desde el tedio de una orden sin sentido, sino desde una ruptura de hielo para hacer más amena la jornada de pesca. Las amistades fortuitas que sabe regalarnos la Pesca, pueden depararnos relaciones de crecimiento y complemento.

5) MACHISMO MEDIOCRE

Ya se han derogado los tiempos occidentales en donde la mujer era exhibida como trofeo y los únicos paseos que se dignaba a hacer eran Cocina-Living escala pasillo sucio. El equilibrio de géneros está latente en las sociedades evolucionadas y debemos desde la Pesca Deportiva apropiarnos de esa idea. Aquel pescador que realiza una excursión familiar y no intenta –digo intento porque es lo valioso y no todos tienen despierta la chispa docente– que sus mujeres se arrimen al anzuelo por mero prejuicio, es un mediocre. Muchos creen que son calles completamente paralelas, pero nuestro esfuerzo por hacerlas intersecciones, puede deparar verdaderas satisfacciones.
Otro punto es el siguiente: Basta de aquellos pescadores que se pierden durante un fin de semana o tan sólo un par de horas y, al regreso, les dejan a sus mujeres un tendal de pescados para limpiar. Macho: Llegás, te bañás, descansás y afilás el cuchillo para filetear y/o eviscerar. Claro, después borrás todo rastro sangriento de la carnicería para que ella –con justa razón– no proteste.

6) OCULTEZ MEDIOCRE

Hay un tipo de pescador que ante alguna pregunta sobre sus técnicas contesta con evasivas, parcialmente, falta a la verdad o directamente no contesta. El conocimiento debe ser extendido para que cada uno tome la porción que le interese, salpimente a gusto y lo aplique para sus propios beneficios. Este tipo de mezquindades es una de las más deplorables miserias humanas, ya que sería deseable que siempre el estudiante supere al maestro en pos del avance común.



7) MENTIRA MEDIOCRE

Punto neurálgico del prejuicio de nuestra actividad: Si se le pregunta a cualquier persona que asocie un adjetivo calificativo con el Pescador, no cabe duda que la respuesta es “mentiroso”. La mentira puede aparecer por acción u omisión; el test de la mediocridad da positivo tanto en aquel que envuelve con un discurso falso, así como aquel que manipula a la tecnología para alterar un resultado natural. Por esto mismo, las peleas sanguíneas con ejemplares mitológicos, las travesías que sepan humillar al propio Ulises y la fabulación con tallas infladas debe ser un pecado de juventud, con prescripción absoluta en el avance de la senda del Pescador Deportivo adulto y profesional.

miércoles, 8 de abril de 2009

¿Parlantes de boletería? ¡ES LA MISMA!

Existe una profesión, a menudo mal remunerada, que se sintetiza en la incondicionalidad hecha sentimiento. Implica guías, supervisiones y ciertos arbitrios poco simpáticos que se deslizan persiguiendo “lo mejor”. Sin embargo, esa suerte de persecución es necesario contextualizarla en la orilla correspondiente porque parece tratarse de aguas distintas de un mismo río.
Los hijos tenemos una extraordinaria capacidad para ignorar e incorporar en la intrascendencia del cotidiano al esfuerzo de nuestras madres: La preparación de un elaborado almuerzo puede demandar toda una mañana, en tanto sentarnos a la mesa, probar la comida y concluir con un “está muuuy salado” puede llevar 20 segundos. De este modo no hay equivalencia alguna, ni matemática ni mucho menos moral.
Por otra parte, existe una rapidez embuída en el ensuciar que enmascara el sufrido trabajo contenido en “lo limpio”. Aquí la liebre del desorden se ha doctorado, mientras que la tortuga ordenada boquea exhausta por un par de materias de un ciclo básico.
Madres y jardineros no distan demasiado en sus propósitos laborales. Si bien se desconoce a ciencia cierta –flojo INDEC– cuántas jefas de familia son duchas manipuladoras de bordeadoras a explosión, tampoco ubico a ningún nodrizo con palo y rastrillo, pero ambos superponen funciones. De este modo, se encargan de conducir un ente poco diferenciado en un principio muy principio, que necesita de sucesivas podas de formación a las que les siguen las conductivas y las de mantenimiento para fomentar y asentar rasgos salientes que hagan a la integridad del ser autónomo. Resulta meramente anecdótico el hecho de que ciertos hijos resulten febriles “Palos borrachos” en una treta discursiva que también se podría titular como “Síndrome de mala madre”.
Todavía retumban en mis oídos los parlantes del Muelle de Santa Teresita anunciando: “Atención por favor, atención por favor… Señor Alejandro Ferrin, lo solicitan en boletería… ¡A-le-jannnn-dro Fe-rrín! Lo solicitan en boletería…”. Odiaba esa instancia porque significaba el fin de mi jornada de pesca; entonces mis trece años y yo juntábamos las cañas, el mediomundo, la faena diaria de roncadoras y enfilábamos, con la cabeza gacha, pero de manera obediente rumbo a la boletería, donde el ya ausente Osvaldo husmeaba mi bidón repleto de pescado. Ahí estaba ella, sonriente de no demorarme en el llamado y con la verde mirada por lo bajo, intentando descifrar los volúmenes y los nombres propios de mis capturas.
ES LA MISMA que me regaló mi primer equipo de pesca compuesto por una caña temple dos tramos de 1.80m en compañía de un reel Corfish 25 que sabía destartalarse al primer esfuerzo;
ES LA MISMA que me prohibía el Muelle los días fríos, ventosos o con lluvia, porque si bien aquellos de nubarrones amenazantes y microgotas imperceptibles eran negociables, siempre ganaba;
ES LA MISMA que no me permitió tener mi propio mediomundo con soga hasta los 13 años por juzgar que era “peligroso” asomarme a la baranda;
ES LA MISMA que no le tomó mucho el gusto a la caña, pero que con el mediomundo con soga hace temblar a la cúpula del gremio de los cornalitos en cada lance;
ES LA MISMA que inexplicablemente pierde peces ya cañados y clavados porque debe ser la reencarnación con sede en el Gran Buenos Aires de alguna Diosa marina justiciera;
ES LA MISMA a la que intentaba no despertar en las primeras salidas tempranas de pesca, sacando, con sigilo del departamento, mediomundo, cañas, balde, bolso y la adrenalina propia de la furtiva cita salada;
ES LA MISMA a la que, al irme a subir el sol del horizonte, le dejaba en la pileta de la cocina la jarra de leche con la estela de la nata quemada como prueba de que me había ido desayunado y ES LA MISMA a la que le dejaba una nota con las provisiones que llevaba y con mi hora puntual de regreso;
ES LA MISMA que me obliga a hacer vida social en la playa, intentando abstraerme del flagelo de la pesca y ES LA MISMA que se rinde cuando al cabo de media hora abandono mate, bizcochitos y reposera para perderme en una caminata hasta el muelle a ver qué andan levantando en mi ausencia;
ES LA MISMA que rezonga cuando misteriosamente bajan las existencias de harina de trigo y de maíz en virtud de extrañas ilusiones carperas;
ES LA MISMA que sonríe cuando amanezco arropado teniendo plena conciencia de haberme dormido destapado;
ES LA MISMA que tiene lista la comida sin importar la impredecibilidad de mi arribo;
ES LA MISMA que es MADRE y PADRE por vaivenes de la vida;
ES LA MISMA a la que le debo la VIDA y nunca van a alcanzar palabras, miradas ni hechos que salden esa enorme deuda.

FELIZ DIA, MA! TE AMO!

Les deseo Feliz Día de la Madre a todas las mujeres que han traído vida a este mundo y a todos aquellos que no la tienen a su lado, el consejo no pedido de cerrar los ojos, estrujar el corazón y permitir ser acariciados o dejar atarse los cordones como antes, por ella…

PESCA PARA PRINCESAS PRINCIPIANTES

Introducción

En tiempos agónicos para aquellas monarquías azules que supieron concentrar saberes, riquezas y destinos, subsisten rosadas figuras de poder que suelen acaparar alabanzas, suspiros y arritmias cardíacas. Se trata de delicadas figuras femeninas que de pronto se topan con cañas de improviso y encarnes de ocasión, a lo cual responderemos como verdaderos Príncipes pacientes, didácticos y seguros de cada paso.
Las Princesas Principiantes constituyen un eslabón de regocijo en la cursada del verdadero docente varón de Pesca Deportiva, quien goza en la instrucción de estas Venus por dos motivos: Primeramente, la transferencia de conocimientos y el feedback estudiante-profesor es de por sí placentero y por si ésto fuera poco, el tutor se ve embargado por la estética de ellas que inspiran en cada lance, en cada pregunta y en cada mirada atenta, la verdadera necesidad de saber técnicas y comprender procesos.

Pescas para Su Alteza

Hablando de PESCA propiamente dicha, pasemos a las CAÑAS. La caña es el instrumento que le permitirá a la Princesa Principiante, lanzar la línea, clavar al pez, acaparar sus torsiones y proteger al reel sin sobreexigirlo. Las hay enterizas y en varias partes. Las primeras no se desarman, teniendo ventajas y desventajas: Son excelentes para ganar distancia en cada lance y tener un buen control de la acción (forma en que se curva la caña), ya que las fuerzas se distribuyen homogéneamente. Como desventaja citamos el inconveniente traslado que tienen desde los Palacios a los Ríos Reales, habiendo pocas carrozas adaptadas para tal fin. Las que se desarman pueden ser en varios tramos (dos generalmente, pero las hay de tres también) o bien, telescópicas. Las de varios tramos se encastran teniendo en cuenta que los pasahilos queden correctamente hilerados y coincidan con el reel; en cambio las telescópicas, como lo indica su nombre, se arman siguiendo los sueños astronómicos de los viejos telescopios copernicanos. Estas suelen ser muy pequeñas desarmadas y son fáciles de esconder debajo de cualquier regazo en cualquier fiesta Real.
Una única caña jamás puede abarcar el abanico de todas las pescas posibles, dado que las distintas formas dan una especificidad y una funcionalidad. Las hay largas y de anchos pasahilos para ganar distancia, las hay robustas y cortas para pescas de altura, las hay finas y cortas para pescas livianas y sutiles, etcétera.
Saltemos con confianza a mimar a los REELES. El reel es el aparatito manual que se encargará de contener todo el hilo que vamos a intentar utilizar para lograr la distancia adecuada en donde creemos que va a estar nuestro pez. Contendrá esas decenas o cientos de metros, pero también aclaremos que lo largará en el lance y lo enrollará (devanará) en el recupero. Los hay FRONTALES y ROTATIVOS. Concentrémonos sólo en los primeros, que son los más comunes y aquellos que las Princesas Principiantes acapararán para hacer sus primeras armas en la Pesca Deportiva.
Cuando Su Alteza intente pescar, tiene que lograr que la postura de tomar la caña y el recoger de la línea fluya por sí sola, en perfecta comodidad física y con suficiente liviandad para tener la mente despejada y actuar en consecuencia, razonando movimientos, posibles piques y toma de decisiones. ¿Cómo lograr ésto? A mi me resulta sencillo ubicar mis dedos “medio” y “anular” en el contorno de la patita del reel y cerrando así la mano, acaparar la caña con firmeza y balance. Cada una deberá encontrar la posición más cómoda.
Es hora de tocar a la puerta del NAILON, TANZA, MONOFILAMENTO o HILO DE PESCA. Se trata del hilo que permitirá alejar la línea tanto como queramos. Los hay de distintos grosores y colores. Los primeros demarcan distintos pesos que pueden sostener (a mayor grosor, mayor peso aguantan, pero más resistencia al aire y al agua, lo que se traduce en menor recorrido y mayor tendencia a ser arrastrado por la corriente del lugar) y los segundos están muy relacionados con la facilidad del Pescador para observarlos, siendo los flúo aquellos que permiten seguir con la mirada el recorrido de decenas y cientos de metros de nailon.
Pasemos al LANZAMIENTO. Si ya nuestra figura Real adoptó mi método no patentado de agarre de caña, debe extender su índice, abrir el pick up del reel (la pieza que regula la salida de nailon) y sujetar una porcioncita con la puntita de la yema de ese dedo. Sólo resta sujetar con la mano que aún no sabía dónde ponerla (la menos hábil) el extremo de la caña. Es conveniente las primeras veces, imprimir un leve balanceo hacia delante y atrás a la plomada que oficiará de peso y luego, soltar el nailon contenido en la yema. El plomo viajará hacia delante arrastrando consigo la carga de tanza que dispongamos en ese momento.
Es a recalcar que no importan marcas ni dinero; en pesca no todo lo caro es bueno, sino que el CRITERIO es fundamental a la hora de elegir el equipo que más se acercará a satisfacer el objetivo de la Princesa Principiante. Lo importante es siempre manejarse con equipos balanceados, es decir, que haya una química especial entre la caña y el reel, que el andar de ambos se desate en un solo conjunto armónico.

Criterios de una verdadera Princesa

Resulta imprescindible convencernos que los éxitos personales de la pesca, constituyen vidas ajenas. Como Pescadores Deportivos (no importa si consagrados, con altibajos, de tiempo completo, esbozos de los mismos, cualesquiera) debemos ser concientes que actuamos en consonancia con el respetar a la naturaleza y con el provocar el menor daño posible. Es así que todo aquel pez que no ha de terminar en una orgía gastronómica es obligación moral devolverlo con rapidez e idoneidad a su medio ambiente; nunca tomarlo de las agallas (dañamos su aparato respiratorio) ni tampoco disponerlo boca abajo (provocamos un desplazamiento peligroso en su sistema de órganos, por obra y gracia de Sir Isaac Newton).
Sería deseable esperar de estas damiselas de la pesca que la solidaridad, la camaradería y el buen humor sean los factores comunes del desglose de su desenvolvimiento por las riberas del Reino.

Conclusión

Se espera que este brevísimo texto sea de ayuda para que aquellas Princesas Principiantes levemente interesadas en la actividad continúen con su aprendizaje, o bien, intimen a sus Príncipes Pescadores cortejantes para que éstos diseñen líneas con mostacillas de la gama del violeta, rosado y magenta y las incluyan en sus próximas salidas de pesca.

LAS VENUS PESCADORAS

Susurran ciertas leyendas dormidas que Eva al abandonar el paraíso, lo hizo portando un trébol de cuatro hojas. Este anómalo ejemplar debería haber marcado un venturoso camino de la mujer en todo su recorrido terrenal. No obstante, debieron transcurrir siglos de vejaciones, humillaciones y postergaciones para que las fuerzas de los géneros logren equilibrarse –aún hoy permanecen ¿salvables? asimetrías–.
El proceso de domesticación coartó libertades femeninas e inspiró un conjunto de reticencias suscriptas al interés de la mujer por algún punto trasgresor de sumisas veneraciones a la cocina, a la limpieza y a los hijos. El tiempo y las articulaciones de una sociedad equivocada se cargaron al hombro las responsabilidades de afianzar el tabú de la mujer independiente, culta y autárquica; con sus intereses desperdigados por doquier, evitando el confinamiento a la vera de una espalda masculina.
El mundo de la Pesca Deportiva, ciertamente destila un machismo insoportable. Las pocas mujeres que intentan ser parte de él –a menudo inconscientemente– se atañen a ser meras acompañantes con largas caras de tedio, las cuales denotan que su presencia allí se justifica en la devolución de una pretérita salida humillante que su pareja supo satisfacer en un determinado momento. Por otra parte, me enorgullece ver verdaderas mujeres apasionadas por la pesca. Aquellas que ante la repulsión natural de encarnar una lombriz contorsionista, no se dejan vencer por el aparente asco, pensando en la sensación de liviandad y paz que supone el vuelo de sus plomadas al punto donde creen que está el pique. Aquellas que se turban de alegría cuando sus cañas bailan en un compás de laguna y peces. Aquellas que comparten la filosofía del disfrute del aire libre y priorizan el momento vivido entre amigos y familia. Claro que se encuentran en peligro de extinción y no hay legislación alguna que las ampare.
Resulta lastimoso que el hombre no integre a la mujer acompañante en la actividad; que a cada pregunta de ella –sin importar lo básica o graciosa que resulte a oídos jactados de saber y experiencia– la respuesta consecuente sea socarrona o acertada, aunque con modos equivocados. Estos hombres no perciben la diferencia entre sus mujeres –hijas, sobrinas, novias y/o señoras esposas– y cualquier accesorio inherente a la salida; básicamente porque no valoran lo gratificante que es la extensión del saber y suscriben al concepto de “sexo débil”, cuando existen pocas cosas tan maravillosas como la silueta de una mujer con caña y reel, recortando el atardecer de un espejo de agua.
En la Costa Atlántica Bonaerense se da el curioso fenómeno del acercamiento de la familia en general y de la mujer en específico, al mediomundo. Seguramente los tiempos estivales promueven de sobremanera actividades que salen del contexto normal del año calendario y alquilar un mediomundo en una noche de Enero se toma como una gran aventura. No ocurre lo mismo con las pocas valientes que se le atreven a la caña. Esto tiene dos aristas filosas de exclusivo dominio masculino: En las antípodas de este artículo hallaremos al arcaico supramacho testosterónico que prohíbe terminantemente que le toquen el equipo, aduciendo incapacidad y presunción de malos augurios, cuando aquellos que presenciamos la situación nos desayunamos de su franca idiotez. De más está decir que prefiero ahorrar mis condolencias hacia semejante mediocridad. Otra causa de frustraciones femeninas es la inconsistencia de un profesor que, aunque bien intencionado, falla en su intento por encantar. Sabido es que las reprimendas viscerales que éste puede vertir durante el proceso, no son compatibles con la sensibilidad de la Venus Pescadora inexperimentada.
Por ello, debiera procurarse que una pequeña captura, pero PROPIA de ELLAS, provoque la sonrisa más desestablizante que podamos percibir; debemos ser nosotros los que complazcamos los deseos de una salida de pesca que, de la nada, fuese planeada por ellas y debemos saber apagar cada interrogante específico con tibias palabras y dulces modos para multiplicarles el interés por esta actividad tan sagrada.
Es necesario comprender, desde nuestra más involucionada hombría, que la vuelta de tuerca para que el hecho de ser MUJER y PESCADORA deje de ser incomprendido para ser absolutamente comprensible está en nuestras manos.
Los jóvenes hombres pescadores nos enfrentamos ante la encrucijada de apaciguar la misoginia que impide que los mercados lancen modelos de varas rosadas y chalecos mosqueros sensiblemente entallados. ¿Es difícil? Quizás lo sea… Es debido mancomunar pruritos de respeto, igualdad, enseñanza, perseverancia y AMOR.
Quién nos dice que los frutos tardíos del albor de esta siembra no se traduzcan en el hombre y su MUJER, pescando uno al lado del otro y fundidos en esa mirada bien teórica y abstracta que señala en el horizonte perdido de la leva… el mismo punto para los dos.

FELIZ DIA MUJER!!! Si bien es uno solo en el año, permite justificar para qué estamos los hombres los otros 365 de este 2008…

martes, 7 de abril de 2009

¿Qué es PESCA ESCRITA?

Un bálsamo electrónico en donde el PESCADOR se relame por esencia y también quien gusta del buen escribir descubrirá el verdadero sentido de la Pesca Deportiva.
PESCA ESCRITA sencillamente es PESCA ESCRITA. Donde la PESCA y la LITERATURA se ponen una en función de la otra.